Comentábamos en el capítulo anterior que donde estén los milagros curativos de la Virgen del Pilar que se quiten los de Juan Pablo II. Sin embargo, la Virgen más milagrosa se encuentra un poco más al Norte, es francesa y no aragonesa, ya que no es otra que la Virgen de Lourdes, que cuenta a día de hoy con 36.663 amig@s activ@s en su versión en castellano de facebook (y subiendo).
Por ejemplo, vemos que la gente pide a la mismísima Virgen que interceda milagrosamente por el tumor ganglear de Luisito, por el tumor del sistema digestivo de C. Cepeda, por la afección pulmonar de Q. Valenzuela, por la bronquiolitis con respirador de P. Pereyra, por la cadera dañada y la doble afección pulmonar de la tía de A. Adaj, por el lupus y la complicación de riñones de H. Muller, por la lesión en la cervical de la joven mendocina de 16 años B. Alaniz, por la recuperación de la sietemesina chaqueña Milagros, por el debilitado corazón de I. Renzo e incluso para que se haga justicia en el caso de la adolescente Rawson o para que E. Roman solucione un problema con la Universidad, etc. No puedo criticar más de lo necesario las esperanzas supersticiosas de la gente ya que cada uno puede creer lo que considere oportuno (generalmente creemos en lo mismo que cree nuestra familia o comunidad de origen), pero muchos considerarán que esto es entre penoso y triste.
No obstante, analizando detenidamente las estadísticas de las curaciones de la Virgen de Lourdes se observa a bote pronto que éstas presentan más lagunas que los indicadores de coyuntura de la economía española y son menos fiables que los pagarés de Nueva Rumasa.
Básicamente las cuentas son: Lourdes recibe hoy cinco millones de bípedos gregarios al año aproximadamente, cifra que ha crecido con la crisis; desde que la dolorosa francesa se especializó formalmente en curaciones milagrosas (año 1881) habrá recibido unos 270 millones de desesperados crédulos (una media de dos millones cada año). Supongamos que el 25% estaba algo o realmente enfermo (cálculo conservador), lo que nos deja unos 68 millones de enfermos verdaderos.
La Iglesia sólo reconoce oficialmente 68 milagros por la intercesión de la Virgen, por tanto 68 curaciones entre 68 millones de solicitantes deja la “tasa de curaciones milagrosas” en uno por millón. Pero suponiendo que en el registro médico internacional existe una remisión natural de enfermedades diagnosticadas, dependiendo de cuál sea la gravedad de la misma, de entre un caso entre diez a cien mil, se obtiene, en el peor de los casos, diez por millón de remisiones espontáneas sin intercesión milagrosa documentada. La penosa conclusión es que, para un enfermo desahuciado, se multiplican por diez las probabilidades de curación espontánea en un triste Hospital, en tu propia cama o peregrinando al Pachá de Ibiza que acudiendo al propio Santuario de Lourdes.
En fin, misterios y cálculos católicos. Salud herman@s.
P.D. No fue como cuando la mártir Santa Perpetua soñó con las descripciones del tormento por boca del obispo antidonatista Optato de Numidia pero la noche consiguiente a la procesión de las velas (incluida en el paquete turístico Transeuropeo con Santuario de Lourdes Niños Gratis) acabé soñando con la hiperhidrosis de un conductor de ómnibus conocido del matancero de adopción S. Sosa, con el irritante Edema-Reinke del niño cantor piedecuestano J. Rodríguez, con la pseudocamptobraquipolisindactilia postaxial sobrevenida del segundo mellizo de la vicentelopense D. Ferrari, con la disminución del carcinoma metaplásico (con probables células megaosteoclásticas) de la concuñada del bilbilitano J.D. Expósito y con la petición de W. Ascázubi por el buen hacer del concejo cantonal de Guayaquil Sur.