Posts etiquetados ‘Mercadotecnia’

EEUU   1) COLAS ESTADOUNIDENSES

Coincidiendo con la salida a la luz del llamado “Pacto de Competitividad” para la Unión Europea amadrinado por Merkel, en Julio se ha estrenado el espacio cultural-televisivo de RTVE (el ente público español) “¡Vivan los bares!” que está patrocinado por Coca-Cola y parte con un enigmático propósito: “se trata de salvar la esencia del bar”. Curiosos libertadores en un país donde los bares ya están esencializados y ya hay un bar o restaurante por cada 174 habitantes.

El “Pacto de Competitividad”, a la sombra del Tratado de Libre Comercio entre la UE y EE.UU. (TTIP), promete ayudas económicas a los países del sur de Europa a cambio de más recortes sociales y laborales. Lo que se pretende hacer de España es básicamente un País de Camareros centrado en el turismo; por tanto, tanto el mencionado programa “¡Vivan los bares!” como otros de Mediaset (“Tapas y barras” o la microserie “I+B”, inspirada directamente en la campaña “Benditos Bares” de Coca-Cola) coinciden en ahondar en el rol recreativo que han asignado a nuestro querido país las élites económicas y financieras europeas.

ColasFelicidadBaresPrometidoDeuda1El programa de Coca-Cola “¡Vivan los bares!” es una extensión de su atolondrada campaña publicitaria (pero eso sí, con “estrategia publicitaria mixta push-pull y branded content”) llamada “Benditos Bares». ¿Qué haríamos nosotros sin nuestros Benditos Bares? ¡Si son los mejores del mundo!”. Lamentable. Sin embargo, no está previsto que en este nuevo programa se incluya una Herriko Taberna u otras tascas independentistas, ya que Coca-Cola retiró el anuncio del padre enrollado en el que el hijo se le hace colchonero por un asunto hormonal debido a que el actor que interpretaba al padre perdedor, Gotzon Sánchez, había participado en actos de Herrira (que es una plataforma de apoyo a los presos de ETA). Coca-Cola no se mete en política, no, pero no le importó mantener la bochornosa campaña publicitaria de su insípida bebida Aquarius titulada “Homenaje a los Políticos Extraordinarios. Porque ahora más que nunca, hay personas que consiguen que no perdamos la fe en el ser humano”, más conocida por ser la de los tres alcaldes honrados sobre un total de 8.119.

El buenrrollismo de “¡Vivan los bares!” parece sustituir al también fallido (y cancelado por su pésima audiencia) programa de RTVE “Entre todos”, en el que se suscitaba la caridad entre bienintencionados televidentes como parcheada solución al aumento de la pobreza y se promovía la radical individualización de toda problemática social, como el espacio del autor del blog “Escuela de felicidad” (Rafael Santandreu) que trataba de paliar los efectos del dramático paro juvenil aplicando la “psicología racional”. Además, Coca-Cola repite: ya en el año 2011 compró un espacio publicitario a RTVE llamado “La felicidad (en cuatro minutos)” emitido diariamente por La 2.

Pero, ¿qué persiguen estas campañas? ¿Por qué se han puesto demasiado pesados con los bares, un asunto que ya dominamos? ¿Por qué insisten precisamente ahora en que nos metamos en los bares? ¿Será para que bebamos y olvidemos? Sin embargo, la campaña más interesante sería: “¡Libremos a nuestros bares de la Coca-Cola!”.

Obviamente Coca-Cola no promociona la barata y poco saludable bebida gaseosa, azucarada y azarzaparrillada, con mezcla de jarabe de maíz hiperfructoso, semillas esterculiáceas procesadas, caramelo de sulfito amónico, ácido fosfórico, fenilcetonuricos-aspartamo, cuatro-metilimidazol, benzoato de sodio, ácido ascórbico, cafeína y demás cochinadas sino que, como vemos, sus campañas son básicamente emocionales y apelan a la peligrosa pseudoideología individualista, sumisa y pasiva del positivismo infantiloide (ver https://lpedeuda.wordpress.com/2013/02/07/pensamiento-positivo-y-crisis/). Hasta en la Alemania nazi Coca Cola no se anduvo con cola de paja y promocionó el buen rollo entre la alegre muchachada de las Bund Deutscher Mädel y las Hitlerjugend, incluso inventó para ellos la Fanta, no tan oscura.

Más allá de los bares, esta insoportable invasión de pensamiento positivo (anuncios publicitarios, Congresos, App SmileWorld para compartir felicidad, “Muro de la Felicidad”, cabina de teléfono «Hello Happiness», etc.) resulta tan estomagante como el propio brebaje, que últimamente nos habla de contagiar la felicidad, por lo que efectivamente, se puede decir que el asunto de la obligatoria y permanente felicidad presenta claros síntomas de plaga. Para Carlos Chaguaceda, presidente del autodenominado  Instituto Coca-Cola de la Felicidad: “Coca-Cola siempre ha hablado de optimismo, de emociones porque para ser relevantes hay que conectar con ellas; cuando nació Coca-Cola, ya pensaba en la felicidad”.

ColasFelicidadERECocaColaPrometidoDeuda2Sin embargo este mundo maravilloso de Coca-Cola no nos la puede colar tan cándidamente ya que también esconde su propia galería de horrores (explotación y accidentes laborales, trabajo infantil, discriminación racial, contaminación, colaboración con grupos paramilitares como muestran las denuncias del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema Agroalimentario de Colombia, etc.). Tras Coca-Cola están las más importantes compañías financieras, como Berkshire Hathaway, Vanguard Group, BlackRock, Fidelity Investments, State Street, y grandes fortunas mundiales (su consejo de administración eligió recientemente a Ana Patricia Botín, hija de Emilio Botín, Presidente del Banco Santander) que, mientras se dedican a producir significados mediáticos buenrrollistas para sus despreocupados consumidores, trabajan a favor de objetivos no tan simpáticos como el saqueo de los recursos hídricos y la privatización del agua, a fin de que en muchas partes del mundo sea más barato el acceso a un vaso de Coca-Cola que a uno de agua.

Recientemente la infelicidad vino a ver a los directivos de Coca-Cola ya que la Audiencia Nacional de España declaró nulo el ERE (despidos masivos) mediante el cual Coca-Cola Iberian Partners pretendía dejar en la calle a 821 empleados. Al mismo tiempo, la Inspección de Trabajo abrió un expediente a Coca-Cola por vulnerar el derecho a la huelga y el boicot de algunos consumidores a Coca-Cola por este caso resultó incómodo (hasta Mercadona subió oportunistamente el precio de la Pepsi-Cola). El pasado 31 de Julio Coca-Cola recurrió la sentencia ante el Tribunal Supremo a través del mismo abogado del fallido ERE cocacolístico, Iván Gayarre, curiosamente el vicepresidente del despacho “Sagardoy Abogados”, principal firma asesora para la aprobación de la última reforma laboral del Gobierno del Partido Popular (PP).

Inglaterra  2) COLAS INGLESAS

Magaluf es una especie de resort turístico del municipio de Calviá en la isla de Mallorca (Islas Baleares, España), orientado mayoritariamente al mercado inglés (al menos el 90%) que se promociona del siguiente modo: “Esta bella localidad turística pone a disposición de los viajeros una gran variedad de ofertas de entretenimiento y ocio a través de novedosos clubes nocturnos, restaurantes, bares, entre otros sitios de recreación”.

ColasFelicidadSunMagalufPrometidoDeuda3La anterior descripción viene a colación de la tradicional muestra veraniega de penes en esos sitios de recreación llamados «Bares Mamading«. Este verano los medios han recogido como una joven de 18 años protagonizaba un vídeo en un bar de Magaluf en el que realizaba felaciones a una docena de gañanes a cambio de unas copas de alcohol gratis.

El turismo hooligan y dipsomaníaco no es nuevo en Magaluf, la multinacional del exministro del PP Abel Matutes “Fiesta Hotel Group” (blanqueada desde hace un año como Palladium Hotel Group) ya llevaba tiempo especializada en “ofertas de entretenimiento y ocio” para jóvenes británicos. Lo que deja dinero en la zona es precisamente el hooliganismo desenfrenado, y ya sabemos, en la estimulante lógica capitalista que nos hemos dado, que quien paga manda. De ahí que la indecisión de la propia Conselleria de Turismo del Govern Balear no haya traído demasiada cola entre los lugareños ya que, ante los lamentables episodios publicados, tan sólo “está estudiando la viabilidad de establecer un código de buenas prácticas dirigido a los propietarios de los locales de ocio”.

Al menos un par de bares, antaño inscritos en las rutas culturales especializadas en el desmayo etílico (denominadas pub-crawling o bar-hopping), lanzaron una oferta de cubatas gratis a cambio de realizar micro-felaciones o simulacros siempre que éstas fueran a la vista de la horda alcoholizada. Esta actividad lúdico-festiva se presentó abierta para clientas anglosajonas mayores de edad y estaba animada socioculturalmente por felatrices profesionales contratadas por los propios propietarios de los tugurios. Obviamente, sólo a una minoría de descerebradas les resulta chupado conseguir un trago de esta indigna manera ya que, afortunadamente, la mayoría del género humano no pega ni con cola en tan aberrante acto. ¡Shagaluf (en español, Follaluf) rules!” vociferaba un miembro del simiesco grupo, el joven panocha leicesteriano George Dickinson (en español, Jordi Colaenhijo).

Infames reality shows como “Sun, sex and suspicious parents” de la cadena pública BBC3, “The Magaluf Weekender” de la cadena privada ITV2 o “Geordie Shore” de la insufrible cadena MTV son emitidos en prime time con gran éxito entre los numerosos analfabetos funcionales ingleses para fomentar, no ya un turismo de lujos, sino un veraneo de flujos: alcohol, orines y semen son el sueño húmedo de sus adolescentes. (La “promotora de eventos” que exporta esta fauna, Carnage Magaluf (en español, carnicería-carnaza), ha cuadruplicado su demanda desde que se ha emitido el último vídeo.) A esto se suman otras ofertas de entretenimiento como catas de pastis con trazas de dihidrodesoximorfina o metilendioxipirovalerona o la más aclamada como mágico fin de fiesta llamada “balconing” (balconismo) por la cual algunos muchachos, después de degradarse física y moralmente por los bares de la zona, se defenestran voluntariamente desde las alturas con graves resultados como el accidente mortal sufrido el pasado 18 de Junio por un joven de 23 años. Todo indica a que el nuevo Círculo de Bloomsbury del siglo XXI no surgirá en esta generación.

ColasFelicidadInglaterraHooliganismoPrometidoDeuda4El alcoholismo juvenil, la desatención de los familiares incapaces de contener a su desatada prole y la inacción de las autoridades ya es toda una “Marca Inglaterra”. La relación de los ingleses con las sustancias dopantes es legendaria, hasta la yegua Estimate, ganadora de la Copa de Oro de Ascot y propiedad de la mismísima reina Isabel II, ha dado positivo en los controles anti-doping por morfina. Resulta preocupante la decadencia de los valores éticos y morales de la juventud inglesa; aunque les falte todavía mucha cola por desollar, muchos de ellos ya son víctimas o protagonistas de un modelo de sociedad individualista, hedonista, y solipsista que es una verdadera pena para ese gran país. Visto lo visto sólo queda preguntarse: ¿Dónde se reparte la anomia y el furor timótico? ¿Está triunfando la siniestra profecía de la baronesa Thatcher “la sociedad no existe”? ¿En qué momento se torcieron los muchachos? ¿De qué oscura sombra huyen?  ¿Qué tipo de trauma infantil ocultan?

España  3) COLAS ESPAÑOLAS

Mientras tanto en España las colas que dominan son las líneas que forman las personas afines. La más significativa de ellas es la formada ante las oficinas de (des)empleo estatales (SEPE, antiguo INEM), ya que la crisis ha llevado a España a liderar junto a Grecia el desempleo en Europa y a pasar de los 1.970.338 desempleados registrados en el mes de Julio del año 2007 a los 4.419.860 desempleados en Julio de 2014. Por no mencionar las colas ante los bancos de alimentos, comedores sociales, etc.

ColasFelicidadOneDirectionPrometidoDeuda5Sin embargo, este verano nos ha dado cuenta de otras colas menos dramáticas. Por ejemplo, el pasado 10 de Julio «actuó» el sosaina quinteto “musical” de imberbes efebos anglosajones llamado “One Direction” en el estadio Vicente Calderón de Madrid. Esta presunta banda, que parece diseñada por el televisivo pederasta Jimmy Savile, es otro plastificado producto de marketing para niñas, adolescentes y gays prepúberes de la factoría especializada en explotar picores, taladrar cerebros y oídos llamada The X Factor. Pese a que la entrada mínima costaba 55 euros, las colas comenzaron unos dos meses antes del concierto y se fueron transformando paulatinamente en un auténtico campamento con sofisticados sistemas de tareas y turnos estructurados a fin de evitar, desde que alguien se quisiera colar, hasta que alguien que pasara por allí pudiera conferir canónicamente un beneficio eclesiástico. Arantxa es una veterana de estos tinglados a sus 18 años y relató que si no hubiese habido tanta expectación mediática “habríamos venido sólo 20 días antes, como el año pasado”. Laura, también de 18 años, tampoco quiso quedarse en el furgón de cola de la muchachada proto-monomaníaca y llegó desde Guadalajara 47 días antes del concierto; ambas quizá ya se conocían desde hace un par de años de las redes sociales donde eran dos followers activas de Justin Bieber, cuando su gusto musical aún no había madurado y cuando aún no habían completado el rito de paso a ser consumidoras formadas en busca de una felicidad tan accesible como lo que indique el precio de la entrada. Paralelamente, en este circo pop las menores de edad contaron con el respaldo de sus orgullosos progenitores, entre los que no encontraremos por mucho que busquemos al nuevo matrimonio Sagan-Margulis del siglo XXI. Después de dos meses de espera el concierto apenas un suspiro entre play backs y karaokes pero inundó las redes sociales con cientos de miles de tediosos y olvidables vídeos e imágenes.

Más penosas resultaron todavía las colas de los generalmente ajados fans de los Rolling Stones, que actuaron (éstos sí) el pasado 25 de Junio en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Pese a que la entrada mínima costaba 85 euros, miles de personas aguantaron interminables colas ante los puntos oficiales de venta. El mitómano cuarentón Víctor, apostado en la Plaza del Callao de Madrid, dijo “llevo toda la noche sin dormir porque la organización de la venta de entradas está fatal. Ya me pasó lo mismo en el [concierto] de Bon Jovi… Pero todo esto merece la pena”. El día del concierto, mucho antes de la apertura de puertas, se formaron largas colas rodeando el estadio para coger sitio; “aguanto para estar lo más cerca posible de mis ídolos” decía un patético cincuentón. El ego y las cuentas corrientes de sus Satánicas Senectudes lo agradecen.

ColasFelicidadMataATusIdolosPrometidoDeuda5Otra poco edificante pérdida de tiempo es la siguiente: el pasado 21 de Junio se inauguró la tienda Apple en la Puerta del Sol de Madrid congregando a cientos de jóvenes urbanitas que aguardaban cola desde el día anterior. La tienda ya se había encargado de excitar a sus enfermizos y pseudo-pajilleros fans en las vísperas: “ven y puedes tocar todo lo que quieras”. Pese al mazazo de desechar el legendario cartel de Tío Pepe que colgaba en lo alto de su edificio por no considerarlo suficiente vintage, la tienda Apple se llenó de freaks. Así, según cuentan Sergio C. Fanjul y otros, se pudo ver al veinteañero Eduardo, que llevaba un día entero de cola para ser el primero en estar al lado de sus deseados fetiches tecnológicos, o el adolescente Xavi, llegado expresamente de Barcelona para comerse una cola de más de 13 horas, o el geek Jesús, que llevaba esperando a que abrieran la tienda más dos años, o el treintañero Daniel, todo un coleccionista de tiendas Apple cuyo sueño era “ver la primera flagship de Apple en Madrid” o el cuarentón Juan, actualmente en paro, que comentaba que esta tienda es ”la primera con geniusbar de 360 grados” mientras mostraba con orgullo una de las mil camisetas oficiales con las que Apple obsequiaba a sus súbditos.

Otras colas más repetitivas y domésticas, aunque no por ello menos lastimeras, son las del fútbol. Por ejemplo: “Miles de personas hacen colas en el Bernabéu horas antes de la presentación del último fichaje del Real Madrid James Rodríguez”, “Colas para hacerse con una entrada para el choque de previa de Champions entre el Athletic Club de Bilbao y el S.S.C. Napoli”, “Las Oficinas de Atención al Socio del Deportivo de la Coruña no dan abasto por las largas colas desde primera hora de la mañana”, “Largas colas para hacerse con un abono del Betis para la nueva temporada en Segunda división”, etc. Así estamos.

Sucker & Colate

Portada del Nuevo Disco Marxista de Britney SpearsEs envidiable la vida de una niña cantora prodigio: zorrez, adicciones, marxismo… Porque sí, Britney Spears se ha vuelto marxista; lo confirman sus últimas declaraciones a la versión inglesa de “Puré Digital” (http://www.thedailymash.co.uk/news/arts-entertainment/80353-2013101480353): “mi último video defiende la teoría del valor-trabajo de Karl Marx como producto social e histórico y el carácter fetichista de la propia mercancía que, al margen de su valor de uso, no deja de ser un objeto endemoniado, rico en matices metafísicos y reticencias teológicas“. La sutil letra de su último single “Work Bitch” no deja lugar a dudas: “¿Quieres vivir de lujo? ¿Vivir en una gran mansión? ¿Fiesta en Francia? Es mejor que trabajes puta. Ahora ponte a trabajar puta. Trabajo, trabajo, trabajo”; es decir, según aclara la marchosa cantante de Misisipi: “la seducción por la mercancía refleja la relación social del trabajo que la contiene como objeto existente al margen de los productores, objetivada socialmente e inherente al producto del propio trabajo”.

Animado por estas declaraciones Justin Bieber ha escrito al comité central del CPC-PCC (Communist Party of Canada) para pedir su ingreso como militante de base. Con esto, ya no hace falta tirar tanto del incombustible Rosendo Mercado, porque las actuaciones musicales de la fiesta del PCE del próximo año prometen. Sin embargo, no hace falta sufrir el síndrome de auto-fermentación alcohólica, ni haber leído los relatos de Alcínoo, ni siquiera ser seguidor del joven Marx como copresidente del Club de la Taberna de Tréveris para ver la mojiganga. Pero no, no se animen todavía, no todo es sainete, los míticos Bob Dylan y Franco Battiato siguen siendo papaflautas.

En el hipermercado mundial de ídolos juveniles no hay lugar para los críticos o librepensadores. Las niñas prodigio manufacturadas en la fábrica Disney compiten tras la adolescencia por frívolas poses impostadas, tan inmaduramente sexualizadas como vacías de contenido. Ni siquiera si las farmacéuticas inventaran una gragea contra la estulticia y el tedio universal estas plastificadas divas dejarían de tener millones de seguidores. Pero si la cantidad de personas prescindibles en este mundo es directamente proporcional a su proximidad al foco mediático podríamos recordar el caso del futbolista (otra profesión fetiche) Ivan Ergić, el capitán del F.C. Basilea e internacional con la selección de Serbia, nacido en el mismo pueblo que Dražen Petrović y nacionalizado australiano.

IvanErgicMarxResulta que Ergić ingresó temporalmente en la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Basilea por depresión en 2004, algo que fue tomado como anatema en el mundo futbolístico (aunque no sea para tanto, a finales del XIX el mismo Nietzsche era bien conocido de este tipo de clínicas en Basilea). Un año después, en el talk-show “Aeschbacher” de la televisión suiza SRF, el propio Kurt Aeschbacher le entrevistó. Ergić comentó que fue precisamente el fútbol profesional el causante de su depresión y que, para superarla, se refugió en la lectura. Cuando el presentador pensaba que se trataría de la Biblia comprobó que las lecturas que inspiraron a Ergić eran de Marx. “¿Karl Marx?”, preguntó sorprendido Aeschbacher; y Ergić, tras hacer una pausa continuó: “sí, claro hace ya ciento cincuenta años que Marx mostró las contradicciones del capitalismo y los males que el dinero provoca en el mundo, y en esto el fútbol no es una excepción. Marx escribió que el capitalismo destruiría la naturaleza humana y daría paso a la alienación absoluta y en eso tuvo razón”.

Ivan Ergić se retiró del fútbol el año pasado y colabora con las revistas “Politika” (la más antigua de serbia) o Tageswoche (suiza); en sus artículos no existe eso de “los partidos duran noventa minutos” o “si la pelota no quiere entrar no pasamos del empate a cero” sino que comenta ideas que se podían aplicar a esta entrada:  «la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt percibe la cultura de masas como algo conformista, mercantil y creada por las élites, pero hay otras escuelas de pensamiento cuya investigación y análisis son más empíricos, y no tan vinculados al pesimismo cultural de Adorno, Horkheimer o Habermas, como los Estudios Culturales en el Reino Unido que llegan a similares conclusiones, encontrando que la llamada clase obrera no es sólo socialmente indolente o pasiva sino que está cegada por la industria de la cultura y sus medios de distribución, que fabrican una cultura de masas con su exceso de imágenes, de emoción, de hedonismo y de ilusión. Es la «industria de la conciencia» o lo que Gramsci llamó «hegemonía cultural». La gente tiene hoy una gran capacidad de autoengaño ya que conscientemente niegan el concepto de dominación de clase, simulando vivir una vida digna, realzada por un sinnúmero de comodidades ofrecidas por la llamada cultura popular. La libertad se ha convertido en sinónimo de la capacidad de consumir. Es precisamente aquí que la narrativa de clase de Marx exige un addendum existencialista, una filosofía que avance en el principio de autenticidad, con el fin de completar nuestra comprensión del lugar que ocupa el ser humano en el mundo”.

Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira

La Marca España ya esta aquí, sí.

La Marca España, el “buque insignia” de la diplomacia española, naufraga. El ministro de Asuntos Exteriores ha dicho: “la imputación de la Infanta no beneficia a la Marca España”, aunque supongo que querría decir: “la propia existencia de una Infanta no beneficia a la Marca España”. El Excelentísimo Señor marqués de Valtierra y Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España asiente complacido.

La Marca España, la nueva chorrada hispano-global, hija del economicismo neoliberal, concebida como un primer paso para convertir a nuestro amado país en una mercancía más y privatizarlo de saldo, proclama solemnemente:

El Cubri Rompase en caso de crisis“En un mundo global, una buena imagen-país es un activo que sirve para respaldar la posición internacional de un Estado (…) En la presente coyuntura de crisis, el planteamiento de la Marca debe primar los términos económicos (…) Las grandes multinacionales españolas demuestran que la realidad española es mucho más que sol y playa (…) Las empresas son, al mismo tiempo, un actor principal y un potencial beneficiario del proyecto Marca España (…) España es una economía competitiva que, apoyada en su sector exportador, la caída de los costes laborales y la consolidación fiscal, retomará la senda de rápido crecimiento (…) Porque España es su historia, su tradición, sus pueblos, su innovación, sus empresas y su deporte, que se ha convertido en un ejemplo de superación”.

– ¿Qué es la Marca España?
– La Marca España es una unidad de destino en lo comercial.
– ¿Cómo sintió y realizó la Marca España su unidad de destino?
– La Marca España sintió y realizó su unidad de destino proyectando al mundo y a las agencias de rating sus elementos constitutivos y llevando a cabo sus más gloriosas empresas.
– ¿Cuáles son los elementos constitutivos de la Marca España?
– Los elementos constitutivos de la Marca España son seis: su historia, su tradición, sus pueblos, su innovación, sus empresas y su deporte.
– ¿Y es un honor para nosotros tener a la Marca España como imagen-país?
– Tener a la Marca España como imagen-país es uno de los más grandes honores que podemos ambicionar, por la suprema nobleza de la Marca España y su elevado orden moral y económico.

A continuación el esperado, cansino y temido “Observatorio de la Marca España”…

(…)

Aprovechando estos días la celebración de la Merceditas Madrid Fashion Week (en castellano Madrí Fachon güí) abriremos la serie de imposturas del siglo XXI con los desfiles de moda.

En este capítulo no analizaremos cómo la moda revierte la clásica función social de la ropa, ya no se trataría de tapar, cubrir o proteger del frío o el calor sino de enseñar, de recalcar la parte del cuerpo que queremos mostrar a los demás, el lenguaje corporal de la ropa sería así una forma de comunicación interpersonal vinculada al status social, sería una extensión del individualismo más hedonista y superficial a una esfera más: “la ropa habla de mí, no de nosotros”; tampoco hablaremos de cómo la ropa que se presenta en las pasarelas de los desfiles de moda es objetivamente popular y está más indicada para ir en el metro, tranvía, autocar u omnibus que para ir a la recepción del embajador o a una fiesta de noche en los Hamptons; tampoco de por qué en las sobrevaloradas semanas de la moda internacionales se produce una de las antinomias de las sociedades modernas más irritantes para el zapeador menos entendido: el contraste entre la marcada sexualización de los desfiles y la preferencia de todos los sastres o diseñadores (independientemente de su condición sexual) por las modelos asexuadas o sin curvas, algo impropio en épocas de crisis; y, claro, tampoco discutiremos de por qué la dimensión mercantil de la actividad se apoya en asuntos tan procaces como la psicología del consumidor, tomando en serio chorradas como los aspectos psicogenealógicos inconscientes de la personalidad consumista o la aceptación acrítica del perfil del consumidor cuando se trata de una persona patológicamente maniaca o compulsiva y, por último, no explicaré por qué no fui a Málaga el fin de semana pasado.

De todo lo anterior no hablaremos, lo haremos de lo que sigue a continuación.

Entrevista de un redactor de “Lo prometido es deuda” con la joven modelo del momento.

Ella no necesita presentación; a pesar de su insultante juventud es una de las modelos más cotizadas del panorama internacional, imagen de varias marcas comerciales, es ya un icono de la moda por méritos propios. El mundo de la moda está de enhorabuena ya que últimamente no paran de lloverle proyectos, las revistas de papel satinado y los diseñadores de medio mundo se la rifan. Su antropometría y medidas perfectas, así como su sencillez y simpatía son sus mejores bazas; su naturalidad y su saber estar sobre la pasarela son su carta de presentación. En su última sesión de fotos para la firma “Borceguíes El Toledano” muestra su imagen más fresca y radiante luciendo un vestuario de vértigo, y no es para menos, una vez que ha superado su ruptura con el conocido empresario de la noche Pepote Millán-Astray y actual prometido de la vizcondesa Cuquitina Von Hitler. Preguntada por si ha vuelto a encontrar el amor nos confiesa que actualmente está tranquila, centrada en su carrera de modelo. Fuera de las pasarelas prefiere un estilo ecléctico marcado de tendencias y una combinación urbana, moderna y vintage y, aunque nos descubre que le gusta ponerse la ropa de marca de vez en cuando, en la vida diaria es mucho más natural que la imagen sofisticada que ha cautivado a los creativos publicitarios. Es una verdadera it-girl mediática, con una legión de seguidores de todos los sexos que siguen con fruición su vestuario, sus cambios de look, las marcas que lleva y todo lo que dice o tweetea. Le guste o no es un referente de moda para muchas jóvenes de su generación, es la chica a imitar, elegante, ordenada y metódica en el trabajo, nos confirma que trata de llevar esas cualidades a todos los aspectos de su vida personal, incluido su armario. Admira el duro trabajo de los cool hunters y de los avant garde del ethnic knit drapeado y el macramé, fuera de los focos suele tener claro lo que quiere ponerse pero, como todos, suele caer en algún capricho de vez en cuando, sobre todo con los complementos cómo nos cuenta cuando nos muestra orgullosa la enorme colección de bolsos que guarda como un tesoro en su espaciado guardarropa. La bella modelo no se puede resistir a enseñarnos su reciente adquisición en el Maison parisino que ella misma juzga como la joya de su corona: un extravagante clutch con forma de caracarenado de la última colección primavera-verano de Hermes Calabria Crocodile Red Baron Black Velvet Flag Bag con incrustaciones engarzadas gris marengo de Deswariovski, que nos comenta es perfecto para complementar cualquier outfit en una lujosa boda rociera.

Siglo XXI Desfiles Moda ImposturasAntes de despedirse envía un beso fuerte a los lectores de lpedeuda.wordpress.com y nos regala su sonrisa que tanto nos ha cautivado dentro y fuera de la pequeña pantalla y del photoshop del papel cuché. No hagamos esperar más a sus fans y quedémonos con un apasionante extracto de sus declaraciones más interesantes:

– “Yo sí tengo referentes de moda y el hecho de yo serlo para otras chicas me da como un no sé qué, porque digo yo, con lo que a mí me cuesta levantarme por la mañana y decir, ave maría purísima, que me pongo yo ahora, ¡que me pongo!, y abro el armario y veo lo que hay y pues yo pienso lo que todas las mujeres pensamos en ese momento: ¡Ahjj, que horror! ¡Si es que no tengo nada!”.

– “Para mí el peor momento profesionalmente que me ha pasado fue este pasado invierno en una sesión de fotos para la revista “El Casquete”; cuando me pusieron delante un corpiño estarchado del diseñador Pietro Aretino y me dije ¡¿eh?!, pero no digo que fuera incomodo, no, no, que era increíble, de verdad, como todos los diseños de Pietro, al que quiero mucho y mando un beso, sólo que dije, vale, te sientes muy mujer pero, ¿sabes?, no sé, no sabría explicarlo, es una sensación al final un poco rara”.

– “Para mí, como joven, día a día procuro usar prendas cómodas, aunque es verdad que me fuerzo cada vez más a mí misma diciéndome para mí misma, oye que fea estás hoy, tienes que arreglarte más, porque me gustan mucho las zapatillas deportivas como a toda la gente de mi edad, más que los tacones, ¡uf!, pero me tengo que poner unos botines para que, ¿sabes?, me dé rollo y todo eso, es un proceso de cambio de chip, no sé, no te hace falta ir bien para ir con tendencia, con un punto cool, ¿no?”.

– “Para mí, lo más importante que me enseñó mi madre (su madre está presente en toda la entrevista al fondo del boudoir) y lo que ha aprendido en estos años de profesión, es que el comodín que no puede faltar en todo armario que se precie son los vaqueros azules ultramar, siempre que sean buenos y de marca, a mi me pirran los Pitillo Fag Jeans Co., pero no rollo cowboy style sino más urban survival con rolled up y por supuesto sand blasting que no falte, combinan con cualquier camiseta, y con todo”.

– “Yo prefiero ir sola de compras porque para las cosas importantes de la vida, ¿sabes?, no es bueno tener muchos consejeros que te digan esto no te queda bien, mejor esto otro y tal, ¿no?, pero mi mejor acompañante es mi concuñada (se refiere a Visitación Cotorro, la joven actriz televisiva) ya que vamos a tiendas que nos podemos llevar varias cosas para mí y para ella también, aunque ¿eh?, ella usa la treintaiséis”.

– “Yo de vez en cuando, ¿sabes?, cuando paso por momentos de bajón, porque ser modelo es duro, sabes, me salva ir de compras, sí, aunque yo paso al final momentos de capricho que no puedo evitar, paso por delante de un escaparate y veo algo y, aunque no los necesite porque no lo necesito, no sé, hay algo dentro de mí que me dice ¡jó! “esos botines han de ser míos” o “ese bolso lo quiero ya”, y al final, claro, entro y me los compro porque no sé por qué, como te lo explicaría, es un poco obsesión, ¿no?”.

Para terminar nos quedaremos, a modo de resumen, con cuatro excelentes versos de Leopoldo María Panero:

Tú has llegado hoy al final del mundo / que es ahora algo así como una aldea fantasma / o un teatro macabro e inaprehensible / desnudo por completo de tu imagen.

Nel Cococha

En una ocasión, me comentaba un amigo psicólogo que existe cierto desequilibrio mental rara vez diagnosticado, el cual, tras la creación de un medicamento para tratarlo y consecuentes estudios sobre el mismo (oportunamente enviados a la comunidad psiquiátrica por la industria farmacéutica que lo elaboraba), mágicamente, de la noche a la mañana, se convirtió en un síndrome que afirmaban empezaba a afectar, de modo creciente, a parte de la población.

Eso me trajo a la memoria aquella descacharrante aventura de Fat Freddy, el legendario miembro de los Fabulosos Freak Brothers, en la que, viéndose sumido en la penuria económica, decide, para ganarse unos cuartos, crear una fabulosa campaña contra una droga que no existe y que se saca de la manga, el famoso Squeak. Consigue financiación para su gran odisea en bien de la sociedad (¿Cómo es que nunca hemos oído hablar de él?, le preguntan las autoridades; “es tan nuevo que casi nadie lo conoce, tenemos que adelantarnos a su propagación”) y monta uno de sus legendarios y surrealistas pitotes. Al pobre Norbert el poli, el sufrido, reaccionario y perdidísimo antagonista del trío, casi le da algo tratando infructuosamente de atrapar camellos inexistentes de drogas desconocidas. Por supuesto, todo el mundo de la calle está como loco por comprar aquel nuevo maná y disfrutar de sus innumerables virtudes, denunciadas como males por el engominado, marketiniano y proactivo -por usar ínclitas palabrejas empresariales- personaje bajo el cual se ha disfrazado el bueno de Fat Freddy. La ansiedad es creciente, todo el mundo quiere hacerse con el famoso Squeak sin lograrlo (“¿Cómo es que no se consigue por ningún lado?”, le preguntan; “es la prueba de que la campaña está siendo un éxito”). Y ahí entran en escena sus amigos, los no menos legendarios Freewheelin’ Franklin y Phineas T. Freakears, los cuales, envidiosos de su éxito, empiezan a vender, para fastidiarle el chollo, lo que afirman que es Squeak (y que no recuerdo bien que era, pero en todo caso ni siquiera contenía sustancias psicoactivas), ganando además con ello un buen montón de dinero que, por supuesto, dedicarán a la compra de drogas más reales. Me parece que al final los detienen, pero como lo que venden no es ilegal, no pueden acusarlos de nada.

Aquello me hizo recordar, enseguida verán por qué, aquel célebre debate de Jesús Hermida en el que se denunciaban los males de la ruta del bakalao. Durante bastante tiempo, la ruta del bacalao no venía siendo más que un recorrido fiestero minoritario, conocido solo por aquellos más metidos en el tema de la muvaloca, las drogas y el tecno, jóvenes bakalas que pasaban varios días sin dormir y de fiesta en fiesta, castigándose el cuerpo y las neuronas a base de éxtasis, cachondeo y subidón; tras otros varios días recuperándose y sufriendo el temido bajón, estaban listos para volver a empezar. Hasta que, en el mencionado programa, los padres intelectuales de la nación no se rasgaron las vestiduras despotricando sobre el asunto, lo cierto es que la mayoría del mocerío ignoraba la existencia de lo que, a partir de entonces, se convertiría en la famosa ruta del bakalao. El programa se había convertido en la más portentosa y efectiva campaña para promocionarla.

Bien mirado (o mal mirado, según como se vea), se diría que lo que en el fondo se acabó promocionando, con mayor o menor consciencia, era que los jóvenes se pusieran finos y pensaran poco, se dedicaran a extasiarse y al buen rollito y entraran en la era del positivismo, el despilfarro y el todo va bien por la puerta grande, creyéndose, además, admirablemente rebeldes. Por si fuera poco, aquel programa y sus vástagos llevaron al borde de la histeria a muchísimas madres de España (acercándolas un paso más a la adicción a los ansiolíticos en la que aún no sabían que iban a caer) y de algún modo supuso el colofón a aquella suerte de quiebre generacional que hizo que se instalara la desconfianza y la incomprensión en el seno de tantas familias que, hasta entonces, y en la medida de lo posible, se encontraban razonablemente bien avenidas. Puso además de moda, para rematar, los debates con público, lo que rápidamente degeneró en contertulios más preocupados por un buen aplauso que por un buen argumento. Una joya aquel programa.

Y de la ruta del bakalao, a innumerables otras rutas nacidas de ingenios periodísticos, por adjetivarlos de algún modo, bastante cuestionables. Como aquella peregrina “ruta del elefante”, gracioso nombre que hacía referencia a las costumbres etílicas de los jóvenes de un pueblo de cuyo nombre no puedo acordarme que, al parecer, acostumbraban a ponerse “trompas” con bastante más asiduidad de lo que las buenas costumbres aconsejan. Probablemente os suene de algo, si habéis logrado guardar algún recuerdo de vuestro paso por los noventa. Ponerse trompas. Alguien debería haber advertido al creador de la imagen de marca, que hay expresiones que si no se dicen medio en broma se tornan un tanto grotescas. Es como decir “ir piripi”; si lo dices en tono guasón tiene su gracia, pero resultaría bastante ridículo si un párroco, un suponer, dijera desde el púlpito algo así como “es una vergüenza que haya gente del pueblo que no viene a misa porque se va al bar a ponerse piripi”.

Imagino que semejante expresión tuvo que salir, cuando menos, del programa de Nieves Herrero, autora de no menos proverbiales programas de denuncia y discípula, por cierto, del señor Hermida. No creo, valga decirlo y por lo demás, que el omnipresente periodista, al menos lo era en aquel entonces, estuviera detrás de todo el sentido promocional del asunto (si es que había alguien detrás, que yo creo que sí, para alegría morbosa de la sección de conspiración con la que no cuenta ni contará este blog). Algún pérfido personaje le daría la idea, imagino, dibujándosela de campaña benefactora; tengo la sensación de que el señor Hermida estaba realmente convencido de que estaba ayudando a España.

Y ya lanzado a sumergirme en la memoria, recuerdo también, de aquellos tiempos, aquel día en la que llegó a casa un amigo de mi hermano totalmente flipado (en realidad era un flipado per se, solo que aquel día lo era más), porque venía de participar en la campaña de promoción del célebre tema de Bobby Mc Ferrin “Don’t worry be happy”. Sí, ese, el del silbido pegadizo.

La estrategia de la campaña, por lo que con el tiempo he llegado a deducir, fue la siguiente: como primer paso, crear un batallón de jóvenes enérgicos y energéticos –léase el protagonista de la anécdota- convenientemente adoctrinados y armados de spray y extensil (por lo visto se llama así, viene a ser el molde de toda la vida), que se encargarían de llenar la ciudad de caras sonrientes. Con ello, lograban que un sector importante de la población –léase el público objetivo, pues militar es la terminología usada- se preguntara con curiosidad de qué iba el asunto; con curiosidad e interés, ya que, lo dice cualquier manual de psicología que se precie, todo el mundo se siente atraído por una cara sonriente. Tras un adecuado y estudiado tiempo de espera que sirviese para hacer crecer la expectación, se lanzaría la canción a bombo y platillo. Y luego, la apoteosis de la dichosa carita, smiley para los amigos, en camisetas, chapas, tazas, escobillas para el váter, recopilatorios… Lo cierto es que se vería por todas partes, incluso en los miles, decenas de miles, de éxtasis que se consumirían por aquel entonces en aquellas marchosas rutas de las que hablábamos.

Don´t worry. Be happy. No te preocupes. Se feliz. Nótese el uso del imperativo. No te preocupes. Se feliz. Y así, nació aquella suerte de paroxismo que llevaría a la gente, con el tiempo, al absurdo de tener que tomarse, en una vuelta más de la cultura del esfuerzo, la alegría muy en serio. Toda una suerte de curioso y surrealista oxímoron. Como aquel que, décadas antes, Bertrand Russel, uno de los padres putativos del mundo por llegar, había elegido como título para uno de sus ensayos, “La Conquista de la Felicidad”. Por lo visto, no teníamos bastante con conquistar una naturaleza a la que ya pertenecíamos, polarizándonos de la realidad de la manera más demencial, sino que ahora los hombres debían henchir sus pechos en pos de nuevas conquistas.

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La cultura del esfuerzo

Publicado: 11 febrero, 2013 de candijous en Pajas mentales
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La cultura del esfuerzo no es más que eslogan de la campaña mercadotécnica que pretende enmascarar las nuevas formas de explotación y al nuevo orden que nos está imponiendo salerosamente el capitalismo financiero a través de sus empleados que se multiplican por las democráticas instituciones que nos hemos dado. Consigna que se hermana con otras recurrentes sandeces como «esto lo arreglamos entre todos», «hemos vivido por encima de nuestras posibilidades», «emprendedor», o «el trabajo fijo no es divertido».

Pero, ¿qué ocurriría si todos nos remangáramos la camisa? Se produciría algo parecido a una huelga a la japonesa, un caos y una sobreproducción. Se multiplicarían los accidentes debido al estrés y frenesí laboral que atascaría nuestra ya maltrecha seguridad social. Se aceleraría todavía más la destrucción de nuestro sufrido planeta. La gente viviría para trabajar creyendo que van a heredar, pero no se puede recompensar a todo el mundo. ¿Qué haremos entonces con ese enorme ejercito de frustrados?

Además, ¿a quién se premiaría con el ascenso? ¿Al encargado de perecederos o a la de consumibles si ambos lo dan todo? Con seguridad, al de perecederos, que es primo de mi vecino, socio del Valencia y carece de útero.

Lagarde